

Se trata de la rama que comprende, en nuestro grupo, a niños de entre las edades de 6 y 11 años.
La rama de lobatos se subdivide, siguiendo la metodología Scout, en pequeños grupos a los que llamamos seisenas. Las seisenas son útiles para que los pequeños encuentren su lugar y sean mayores protagonistas. Cada seisena tiene como referencia a un monitor guía que ayuda al grupo durante esta etapa, guiándole y supervisándole en todo momento.
El marco simbólico que utilizamos con la Manada es “El Libro de la Selva”, donde el protagonista es un niño que llega a la selva siendo un bebé y crece junto con el resto de sus hermanos lobos. Resulta imprescindible dado que se trata del tema central dentro de la rama, ya que lo impregna todo: la nomenclatura, las normas, las actividades, el progreso…, que se interioriza en el niño a través de “El Gran juego”.
Los lobatos se reúnen en “La Roca del Consejo”, donde aprenden a gestionar las distintas situaciones con sus compañeros hablando de sus experiencias, problemas, actividades favoritas, juegos…; junto con sus monitores, que marca los temas a tratar.
La pañoleta del lobato es el símbolo de ser un buen miembro de la manada y haberse convertido en un ejemplo a seguir, ya que siguiendo “Las Máximas de Baloo” se asciende dentro de la rama. Al acabar la etapa de lobato, la pañoleta se queda atrás y se retira (la pañoleta, no la promesa de lobato) para pasar a la rama de Tropa.


Los objetivos marcados para cada rama dependen de la edad de sus integrantes. Los lobatos, concretamente, aprenden sobre naturaleza, respeto, ciudadanía, fraternidad, autoestima, creatividad, autonomía y compromiso, entre muchos otros valores.
Para conocer más información acerca de esta rama puedes acceder al Cuaderno de responsables, en el que se detallan todos los puntos clave de la misma.